dissabte, 14 de març del 2009

Els bojos del poble

A tots els pobles, en tots els records, hi ha la figura del boig del poble. Gent extravagant que sen's feia curiosa de menuts, amb eixa manera tan diferent de viure. Molts portaven roba estrafalària, colorins, anaven pel món sols, independents, passant de la resta d'éssers convencionals.

Ja de major, pense en eixes persones, i havent passat per més experiències que als deu anys (si no fora així, malament aniríem...), tinc que mirar-los amb altres ulls. I veig persones tal volta aturmentades, amb un passat, amb unes calfamentes de cap qui diu què desproporcionades, desembocant en la bogeria mateixa.

Solen anar acompanyats de gossos, mols gossos, i els seus ulls ho diuen tot.

Vull pensar que aquesta cançó va dedicada a una d'aquestes bojes:



I va també, una vegada més, per l'Ovidi.

1 comentari:

  1. En el pueblo en que trabajo desde hace diez años, y en el que he vivido durante unos cuantos, hay un Loco.
    Va en bicicleta de montaña, y se ha dejado una barba blanca y media melena. Suele recogérsela con cintas elásticas para el sudor, o se ata un pañuelo a la altura de la frente. Lleva ropa deportiva, aunque muy gastada y bastante antigua.

    Tiene unos buenos gemelos, y las piernas morenas por la cantidad de días que han visto el sol. Va por las calles céntricas, a voz en grito, normalmente soltando rapapolvos a los vecinos, a los que increpa en general, sin insultarles, arengándolos al trabajo, a levantar el país, dejando siempre bien claro (y bien alto) que como en Alemania, en ningún sitio... En esto, la gente se ríe, aunque no faltan los que dicen que tiene toda la razón, y entonces nuestro Loco es más que nunca nuestra mala conciencia como sociedad, paseándose en bicicleta... máxime cuando recordamos que es el padre de Libertad (así se llama la concejala de Familia, Mujer y Servicios Sociales). Muy simbólico pese a lo casual.

    Suele gritar consignas contra todo poder consolidado, sobre todo contra Castro, Chávez, y hasta hace poco contra Fraga y los caciques locales.

    En las verbenas, le encanta que le observen bailando con su señora, y no es raro verlo parado charlando cómplice con la chavalería o con los obreros de la construcción y del metal.

    Es uno de nuestros toques pintorescos, aunque mucho más que eso.

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Holeta, eres ben rebut...